A veces siento que
mi vida es una huida permanente de mi misma.
Y es que cuando comienzas a observarme,me doy cuenta: todo el tiempo juzgando,
apreciando, este no es el buen momento, no debería estar haciendo esto…no debería
haber hecho esto, no debería decir esto…no debería hacer lo que estoy haciendo,
debería hacer otra cosa…mi rechazo del momento presente llega a ser realmente
agotador.
Voy a tratar de comenzar a observar esa huida simplemente…sin juzgarla
como buena ni como mala…dándole espacio…a ver qué pasa entonces, a ver qué
pasa, cuando me dé cuenta y acepte completamente de que puedo ser perfecta y
completamente feliz con todo lo que tengo ahora, sin cambiar ni un ápice de
nada, cuando me abra con humildad a mi vida, en realidad y deje de
juzgarla…
Cuando empiece a ser realmente HUMILDE y deje de darle tanto espacio a
esa otra voz que me dice todo eso que debería no estar haciendo…que es la voz
que me ayuda por otro lado, a tomar conciencia de mis verdaderos deseos, de que
es lo que quiero realmente hacer…sin por ello dejar que ese anhelo de hacer, de
llegar a otro lado, sea el anhelo que controle mi vida…que mi verdadero anhelo
sea estar aquí y ahora siempre…
Hoy he sentido en mi
corazón, una explosión de amor y a la vez de inquietud…es como si durante un
buen rato, no hubiera podido estarme quieta. Hay un anhelo en mi de algo, de
algo que no llego a identificar… es un anhelo de compartir, de amar todo el
tiempo, de VIVIR.
Ese anhelo está en mi, y hoy se manifiesta así…es como una sed
enorme que nada pueda contener…salvo abrirme a vivir este momento…y aceptarlo
como es, todo el rato, a cada instante…
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