lunes, 27 de julio de 2015

Vidas humanas

“Tenemos la mala costumbre de comparar vidas humanas”…escuché decir a alguien una vez…cuando lo escuché por primera vez no me dí cuenta de hasta qué punto esto era cierto.

Y es verdad que no tenemos ni idea. A veces, he mirado la vida de una persona, horrorizada por su situación económica, familiar, de salud…por su vida, pensando que yo no podría soportar ese tipo de vida.

No me daba cuenta de que hacía eso o de que lo pensaba…y un buen día observando la incomodidad que sentía cuando me relacionaba con una de estas personas en concreto me dí cuenta de ello.

Me dí cuenta de que esa incomodidad que sentía al estar con esa persona escondía mi miedo a la manera en la que se estaba manifestando la vida de esa persona, lo que me llevaba en cierto modo a rechazar o menospreciar sin darme cuenta a esa persona por lo que yo estaba pensando sobre su vida y por tanto a querer alejarme de ella de manera inconsciente. Muy curioso.

Y ello porque pensaba sin darme cuenta, que yo no podría soportar ese tipo de vida. Observando por fin eso que pensaba y el rechazo o dolor que ese pensamiento me producía, me dí cuenta de repente, de que en realidad, no tenía ni idea. No tenía ni idea de por qué la vida de esa persona estaba siendo de esa manera, y era por ello yo necesitaba darle mi propia interpretación al respecto.


Y de que, aunque yo la estuviera juzgando desde mi perspectiva como una vida “mala”, en realidad esa vida era exactamente la que esa persona necesitaba en ese momento. Y que era por ello por lo que estaba sucediendo de esa manera. 

Que había una inteligencia creando esa vida y esas experiencias para que esa persona pudiera alcanzar la felicidad, darse cuenta del sentido de su vida, de esa manera concreta. Y de que por tanto su vida no era insoportable si no que era perfecta como estaba siendo para ella, más allá incluso de lo que esa persona opinara al respecto. Y por supuesto, más allá de mis interpretaciones sobre cómo debería ser una vida “feliz” (sobre lo cual cuando soy honesta me doy cuenta de que no tengo ni idea, a pesar de que pueda tener opiniones o pensamientos al respecto).

Exactamente igual que la mía está siendo de esta manera por las mismas razones que la de ella.

Esto me lleva a darme cuenta de mi ignorancia sobre lo que es la vida y a darme cuenta de que la perfección de la vida está mucho más allá de cualquier percepción de “buena” o “mala” que yo pueda tener al respecto.

Y me doy cuenta de que la incomodidad que yo siento cuando rechazo la vida de otra persona es porque de algún modo estoy rechazando la mía. 

No hay vidas mejores o vidas peores, sino una sola Vida, expresándose de múltiples maneras y formas, pero que es en esencia la Misma Vida. 

jueves, 16 de julio de 2015

El sufrimiento es sólo una opción

El sufrimiento es sólo una opción, sólo una interpretación que yo elijo de cómo decido ver lo que ocurre ahí fuera, de cómo decido interpretarlo. Es decir, no es inevitable. Es sólo una opción.

Y no pasa nada, si elijo esta opción, sufriré, eso es todo. No es ni bueno ni malo. Es sencillamente sufrimiento. Pero no es inevitable. Es sólo una opción.

¿Puedo abrirme ante esta situación determinada- cada uno sabe bien cuál es la suya- que me genera sufrimiento, a contemplar una nueva interpretación de la misma? Si estoy decidiendo verla de un modo que me hace sufrir, puedo abrirme a la posibilidad de ver otras opciones. Esa otra opción, que siempre está ahí disponible para ser vista si me abro a ella, en la que puedo ver esa situación desde mi paz, también es posible. Soy yo el único que puede mirar esa situación y decidir, aquí y ahora, cómo interpretarlo. Nadie más puede hacerlo por mí. Yo soy el único responsable. Nadie más lo es.


Hace unos días mataron al hijo de una persona que conozco. Hoy pude verlos a los dos desde la interpretación de la luz del puro amor. Y quizás ellos piensen que están separados. Pero lo cierto es que no lo están. Sus almas están unidas en la luz. Cualquier sensación o interpretación contra ello es una ilusión que ellos y nosotros mismos estamos decidiendo crear. Pero no es cierta. Por tanto, hay un nivel en el que cualquier dolor de separación ya ha sido sanado. Si es posible, es porque ya está siendo. Ya ha sido sanado.

Todos las pensamientos o juicios internos y externos, TODOS, son sólo una opción de interpretación de la realidad. La que yo elijo creerme. Pero son sólo posibilidades. Y si esa interpretación que he elegido, consciente o inconscientemente pero deliberadamente, me hace daño, es porque hay otras interpretaciones o posibilidades que estoy decidiendo no contemplar. Pero existir, existen.